Playas del Norte
A 45 minutos de Mérida...
Playas del norte de la península de Yucatán
La Costa Esmeralda de Yucatán es famosa por sus impresionantes playas vírgenes que cautivan a los visitantes con su belleza natural.
Esta región, que se extiende a lo largo de la costa norte, cuenta con arenas blancas y suaves que contrastan maravillosamente con las vibrantes aguas turquesas del mar Caribe. Las suaves olas y las aguas claras y poco profundas la convierten en un lugar ideal para nadar, hacer esnórquel y tomar el sol. Cada playa, desde las bulliciosas costas de Progreso hasta las tranquilas arenas de Telchac, ofrece un encanto único y una atmósfera serena que invita a la relajación y la aventura.
Playas de la Costa Esmeralda
Las playas de la Costa Esmeralda de Yucatán, son famosas por su belleza prístina y su atmósfera serena. San Bruno es conocida por sus aguas tranquilas y poco profundas y su ambiente encantador y menos concurrido, perfecto para un retiro tranquilo. Cerca de allí, San Crisanto ofrece una combinación única de tranquilidad y maravillas naturales, con su costa bordeada de manglares y oportunidades para el ecoturismo. El Cuyo, más al este, ofrece un escape idílico e intacto con sus amplias extensiones de costa arenosa y una vibrante vida marina, ideal para quienes buscan tanto relajación como aventura.
San Crisanto se destaca por su pintoresco entorno donde los manglares se encuentran con el mar, lo que ofrece una oportunidad única para el ecoturismo. Los visitantes pueden explorar los canales de manglares de los alrededores en bote, observar la diversa vida silvestre y disfrutar de la exuberante vegetación que enmarca la playa. Las suaves olas y las aguas cristalinas lo convierten en un destino ideal para familias, mientras que su ambiente tranquilo es perfecto para quienes buscan consuelo en la naturaleza.
El Cuyo, una joya escondida de la Costa Esmeralda, cautiva con su belleza natural intacta y sus extensas playas de arena. Conocido por su ambiente relajado y su desarrollo mínimo, es un paraíso tanto para los amantes del kitesurf como para los entusiastas de la naturaleza. El área circundante cuenta con una variedad de restaurantes locales y pequeñas tiendas, que se suman al encanto de este refugio apartado. El paisaje natural de El Cuyo y la vibrante vida marina brindan un escenario perfecto para una escapada memorable a la playa.